COMPRENDIENDO EL MINDSET MILLENNIAL EN LA INDUSTRIA INMOBILIARIA
*Texto extraído de ‘Halcones de Venta’, escrito por Carlos Muñoz 4S.
En artículos anteriores de 4S Real Estate, les hablábamos acerca del impacto de la generación millennial en el siglo XXI y la manera en que han llegado a revolucionar por completo la manera en que le intentamos vender a uno. No obstante, antes de saber cómo venderles, es importante comprender cómo funciona el nuevo mindset millennial: ¿cuáles son sus prioridades?, ¿qué buscan?, ¿su manera de pensar?, ¿qué les gusta y odian? Estas son algunas de las lecciones que queremos responder en esta lección.
Nueva identidad de pertenencia
Las nuevas formas de conectar digitalmente crean comunidades horizontales en las que nos enlazamos por gustos y preferencias más que por núcleos geográficos (como el pasado). Formamos tribus porque nos gusta compartir pasiones. Como Nilofer Merchant menciona en su libro The Power of Onlyness: “la posibilidad de conectar con otras personas a partir de gustos e intereses es inherente a nuestra era, pues antes las personas compartían grupos por raza, religión o idioma. Ahora formamos grupos con quienes compartimos una mirada, una visión sobre el mundo, intereses, elecciones todas y gracias a las que, aunque nos separen kilómetros y raza, se sienten más íntimas”.
Para mejorar tus ventas inmobiliarias necesitarás identificar a tu tribu, crearla y mantenerla. De lo contrario, vender un proyecto genérico a todo el mundo que no cuente con características especiales, no le llegará realmente a nadie.
Inmersión profunda en la vida digital
Dedicamos más tiempo al uso de internet que a cualquier otro medio, y de ese tiempo, la mayor parte lo hacemos en el teléfono móvil. Desde hace un buen rato que nos despedimos de las sesiones largas frente a la computadora. Dejamos atrás el uso de las pantallas compartidas y hoy, el consumo de contenido se ha vuelto personal: vivimos atados al teléfono y no vivimos un minuto sin esa ventana al mundo digital. Todo se ha vuelto un intercambio constante de datos.
Yo, yo, yo
Cuando un producto parece haberse hecho para las masas, o creado en serie, pierde su atractivo. Lo genérico a nadie le importa. Vivimos rodeados de medios personalizados, de redes sociales que solo nos dan aquello que pedimos y de ofertas en línea que resultan de un algoritmo almacenando nuestros intereses. La manera en que cada persona experimenta una red social es única, nadie más la vive de la misma forma, pues va acomodándose a sus gustos e intereses.
El odio a la perfección
Se acabó el amor por las franquicias y productos impecables, ese enamoramiento que se gestó décadas atrás y se entendía como el ideal de creación. Hoy regresa el tributo a lo real, lo auténtico, como resistencia a los productos impuestos. Regresa el culto a las historias detrás de las cosas porque queremos saber quién lo hizo, por qué, para qué, de dónde viene, etc. Hoy en día sería impensable contar con un showroom en donde todos los vendedores estén uniformados con el mismo saco y una plaquita que dice “Hola, le atiende Fulano y es un placer atenderte”. El comprador de hoy quiere que le atiendan humanos, no robots capacitados para vender.
El regreso de lo natural y el wellness
La nueva generación busca retar a la mortalidad, y para conseguirlo, ha adoptado nuevos hábitos. El autor Yuval Noah, llama a este nuevo ser humano Homo Deus, argumentando que en realidad nos encontramos frente al primer ser humano que busca, de verdad, la inmortalidad. La cultura del fitness despegó hace algunos años, así como muchas otras teorías que buscan mejorar cuerpo y mente.
El wellness se ha vuelto una búsqueda incesante del bienestar, por eso han rotado las modas en ejercicio como crossfit y yoga, pero además, el veganismo y sus variantes aparecen cada vez más frecuentemente en restaurantes y en productos de tiendas de autoservicio. Tu producto, sea cual sea, debe apelar a esta sensación de bienestar, debes encontrar el ángulo para lograrlo.
Los festivales, comunidades, y rodearse del mundo
Queremos sentirnos urbanos, rodeados de multitudes, desconocidos a quienes podamos contactar si así lo deseamos. Por esto mismo el nacie el nuevo auge de festivales de música, arte cocina… es ahí donde encontramos la realización personal que permite demostrar que las celebraciones deben ser masivas, incluyentes y globales. Por esto es que tu proyecto debería incitar a la creación de comunidad e interacción, que todo tenga un sabor a celebración.
Estas son solo algunas de las características que definen la nueva forma de pensar, actuar y consumir del millennial y es de suma importancia que de alguna manera u otra, las comprendas y sepas incorporar a tu proyecto.
CUT THE CARD STOCK FOR THE POP-UP CARD
Cut a piece of card stock to the desired size.
Next, fold the card stock in half. Cut two parallel slits on the folded side of the paper, about one inch apart and about one inch long. I’d encourage you to play around with the length of these cuts.
Next, fold the tab up and crease it.
Open up your card.
And then pop the paper toward the inside of the card.
INVITE YOUR CHILD TO CREATE A POP-UP CARD
Cut a piece of colorful construction paper, the same size or slightly bigger than the card stock. Glue the card stock to the construction paper. Be sure that you don’t glue the “pop-up” section down.
Set up the blank pop up card and a bucket of crayons as an invitation for your child to create.
MAKE THE POP-UP DESIGN FOR YOUR CARD
Ask your child to think of what he or she would like to pop off of the card. My five-year old made two cards: one had a space theme and the other had a garden theme. She decided that she wanted https://www.favorpop.com a rocket to pop off the space card and a flower to pop off the garden card. I helped her figure out how tall to make these objects.
Note: If the pop-up objects are too tall, they’ll poke out of the card when it closes
Decorate the cards with crayons, markers, or colored pencils. When the card is done, glue the cheap pop up cards piece in place and let it dry for about an hour.